"Nadie enciende un candil y lo tapa con un cacharro o lo mete debajo de la cama
sino que lo coloca en el candelero para que los que entren vean la LUZ"
(Lucas 8, 16)
Imagínate que dentro de ti hay una luz,
una luz brillante que puede iluminar a las personas y a las situaciones cotidianas
con un fulgor que no es frecuente.
Esa luz crece cada vez que escuchas el evangelio,
cada vez que amas a la manera de Jesús
cada vez que confías en Dios.
TÚ PUEDES BRILLAR
¡ERES UNA ANTORCHA QUE PUEDE BRILLAR ILUMINANDO OSCURIDADES!
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